Hora 3.

Amanda ya no aguanta más en el avión. Se está desesperando. A mi el viaje a Estados Unidos no me desagrada, y sobretodo si es a ¡Las Vegas!
Asi que yo no comento nada, solo escucho sin muchas ganas las quejas de Amanda sin decir nada, que no está muy entusiasmada con Las Vegas.
Puede ser porque en cuanto lleguemos tendremos que buscar donde dormir y conseguir dinero para volver a casa... Ahora empiezo a estar realmente preocupada.
-Todo ha sido un estúpido e infantil error- dice Amanda preocupada, mientras mira el mar por la ventana.
Todo el mundo sabe ya la historia de las dos jóvenes que querían cumplir su sueño de subir a la Torre Eiffel y ser libres al fin y acabaron en el avión con rumbo a Las Vegas, la historia de la jóven que huyó de su boda con un hombre que la amaba y que era rico para ser feliz.
Si, pensándolo así, es un poco deprimente.
-Podría llamar a Mario, decirle que me he arrepentido, que me caso con él y que nos mande dinero para volver.
-No lo hagas, prefiero morir de hambre...
-Puuuf, está bien.
-Bueno, haz lo que quieras. Estamos aquí por culpa tuya...- esto me sienta muy mal, no es culpa mía, fue suya la idea de escaparnos.
-¡Perdona pero...!-
-¡Tranquila, que era broma!- dice riéndo.